Ayer Tim Cook, director de Apple, publicó una extensa carta en la que narra algunas cómo en algunos casos ha colaborado con las autoridades de Estados Unidos en la investigación de casos, incluso han puesto a disposición ideas y a su propio equipo de ingenieros, uno de ellos fue el atentado de San Bernardino y han acatado órdenes judiciales solicitadas por vías legales y válidas, sin embargo, en la carta que es más una denuncia, acusan al FBI de solicitar una versión de su sistema operativo que permita el acceso a la información de sus usuarios.
El FBI puede usar diferentes palabras para describir esta herramienta, pero que no se equivoquen: La construcción de una versión de iOS que vulnere la seguridad de esta manera sería sin lugar a dudas, la creación de una puerta trasera. Y aunque el gobierno argumente que su uso estaría limitado a ciertos casos, no hay ninguna manera de garantizar dicho control.
Más allá de todos los argumentos y miedos que se expresan en la carta es la posibilidad latente de recurrir no a un “favor” para la creación de esta puerta trasera, sino de una modificación en la ley para obligar a la empresa a su diseño e implementación en todos los dispositivos de los usuarios. Esto puede ser posible pues Cook dice que las autoridades de EUA podría recurrir al documento federal All Writs Act y de ser así podría entrar a cualquier dispositivo de cualquier usuario.
Aclara que por supuesto no simpatiza con los terroristas pero también que la petición del FBI se extralimita.
Las implicaciones de las demandas del gobierno son escalofriantes. Si el gobierno utiliza la Ley All Writs Act para que sea más fácil para desbloquear el iPhone, tendría el poder de entrar en el dispositivo de cualquiera para capturar sus datos. El gobierno podría extender esta violación de la privacidad y la demanda hecha a Apple para construir software de vigilancia que intercepte mensajes, acceda a su historia clínica o datos financieros, conozca su ubicación, o incluso acceda al micrófono del teléfono o la cámara sin su conocimiento.
Esta orden no es algo que nos tomamos a la ligera. Sentimos que debemos hablar de frente a lo que vemos como una extralimitación por el gobierno de EE.UU.
Estamos desafiando las demandas del FBI con el más profundo respeto por la democracia americana y amor a nuestro país. Creemos que sería en el mejor interés de todos para dar un paso atrás y considerar las consecuencias.
La carta da para mucho análisis, pero una de las preguntas más importantes es, ¿a qué otras empresas el FBI o cualquier otra institución del gobierno americano ha solicitado la aplicación de dicha opción? Google es la más obvia aunque recordemos que al ser Android un sistema abierto para los fabricantes que lo han adoptado como motor de sus dispositivos el abanico de opciones crece y mucho porque entrarían nombres como Motorola, Samsung y muchas otras más.